Descripción enviada por el equipo del proyecto. La obra se encuentra en un nuevo barrio donde hasta no hace mucho había solo campo. Como muchos de estos loteos recientes de la zona, el terreno se caracterizaba por no contar prácticamente con ningún árbol a la vista. Por esto, al comprarlo, fue curioso encontrar un pequeño árbol salvaje plantado por el viento.
Así, el proyecto surge de fantasear con la idea de que este árbol formara parte de la vida de la casa.
Esta vivienda, como las primeras construcciones de la llanura, se resuelve con una cubierta de chapa de única pendiente, un frente mayormente ciego alto hacia la calle y un contrafrente más bajo, generando una escala íntima.
La superficie de la vivienda se distribuye en dos mundos. El área de descanso, de dimensiones acotadas, se ubica hacia la calle; mientras que las áreas sociales, de mayores superficies y donde transcurre la mayor parte de la vida cotidiana, se ubican al contrafrente, buscando visuales hacia la orientación con mayor profundidad visual.
El proyecto ocupa el mayor ancho posible del terreno buscando ser compacto y así dejar libre la mayor superficie posible para el patio posterior. La cubierta se recorta en el sector donde se encuentra ubicado el árbol, dejando bastante aire y espacio para que pueda desarrollarse. De esta manera la construcción lo proteje de los fuertes vientos del sur y dejando libre el norte, asegurando con su geometría el mayor asoleamiento posible.